Impacto del Covid-19 en el mercado inmobiliario

La pandemia ocasionada por el COVID-19 se ha convertido en una de las crisis globales de mayor impacto en las últimas décadas. El futuro se ha transformado en un desafío incierto, en el que todos los sectores manejan escenarios de
incertidumbre. El sector inmobiliario no es ajeno a los efectos de esta crisis y, en muchos aspectos, es una de las industrias que más está siendo impactada por la situación económica, la incertidumbre y los esquemas de distanciamiento social planteados por los gobiernos. La actual pandemia podría modificar la forma en que las personas vivimos, trabajamos y consumimos bienes y servicios. A continuación, presentamos un breve análisis, de ocho puntos, en el que profundizamos sobre los impactos específicos que esta crisis traerá a la industria inmobiliaria, además de plantear algunas sugerencias o líneas de acción que podrían contener o mitigar estos efectos.

 

Actualidad del sector inmobiliario

Con operaciones y transacciones prácticamente paralizadas, el sector inmobiliario está enfocando sus acciones en disminuir sus
gastos operativos, cuidar la caja, velar por el mantenimiento del valor de sus activos y evaluar escenarios futuros para la industria
(posCOVID-19). En el corto plazo, es importante que los distintos actores de la industria inmobiliaria –fondos, inversionistas, desarrolladores,
constructores, administradores y brokers–concentren sus esfuerzos en los siguientes temas: Entender y dimensionar los requerimientos de capital de su negocio en el corto y mediano plazos.

• Evaluar escenarios postCOVID-19, visualizando los cambios sustanciales que se darán en el negocio, definiendo iniciativas y
proyectos que permitan adaptarse a los cambios, identificando riesgos y definiendo sus planes de mitigación.

• Buscar fuentes alternativas de financiamiento, ya que la liquidez será un activo clave durante periodos de incertidumbre.

• Gestionar sus cuentas por cobrar, negociando y conciliando con sus deudores, para garantizar el ingreso de flujo de efectivo a la
caja, y evitando las morosidades incobrables.